Más del 35 por ciento de las personas tienen falta de sueño, lo que significa que 1 de cada 3 personas no duermen lo suficiente de forma regular. Cuando se trabaja, estudia o se tiene una rutina diaria agitada, es difícil poder permitirse dormir todo lo que se necesita. ¿Cuál es la importancia de dormir?.
Algunas personas pueden funcionar bien con poco o nada de sueño, mientras que otras se sienten así demasiado cansadas. Y aunque existen bebidas como el café, bebidas energéticas y té para ayudarnos a dar energía en los días en que necesitamos un pequeño impulso, no nos interesa volvernos dependientes de estas bebidas, ya que a largo plazo puede no es lo ideal, especialmente si te gusta el fitness y un estilo de vida saludable.
El sueño y el ejercicio son componentes clave de un estilo de vida saludable. Y si se tuviera que elegir entre uno u otro, ¿cuál sería? Pues es más importante el sueño. Dormir puede ser tan crucial como el entrenamiento … y la falta de él puede ser el enemigo de los músculos … ¿pero por qué? Veámoslo:
Actividad
Tener un estilo de vida activo hace que descansar sea obligatorio para el cuerpo, porque la importancia de dormir lo suficiente esta más que justificada. Cuando se está bien descansado, uno rinde a su máxima capacidad. Eso se traduce en entrenamientos más intensos y con menos fatiga.
Lo idílico es programar el día para dormir 7-8 horas de sueño, aunque si se están realizando entrenamientos intensos, posiblemente se necesiten más de 8 horas para la recuperación eficaz de la musculatura.
Descanso y recuperación
El músculo no se desarrolla mientras estás en el gimnasio. Las fibras musculares se rompen en el gimnasio y se reparan / desarrollan los músculos más fuertes mientras se descansa.
El tiempo de recuperación es increíblemente crucial para una rutina de ejercicios, por lo que se debe prestar atención al horario de sueño, allí radica la importancia de dormir. Un buen descanso (8h) puede ayudar a hacerte sentir más lleno de energía, trabajar más duro y desarrollar músculo magro más rápido que con carencias de sueño.
Al descansar bien y tener una recuperación muscular adecuada, se regresará al entreno con más fuerza y energía que antes. Además, tiene otros beneficios, ya que ayuda a mejorar la salud mental y el equilibrio hormonal.
Consejos para dormir:
Cree un cronograma consistente e intente mantenerlo a largo plazo:
– Creación de un horario (rutina)
– Irse a dormir saciado (sin hambre)
– Aire fresco para mejorar la calidad del sueño
– Habitación oscura y silenciosa
DIETA
¿Cómo influye el sueño con la dieta? No parece que haya ninguna correlación, especialmente si comes sano. Hay muchos estudios que demuestran que la falta de sueño está relacionada con el aumento de peso y la obesidad, y dormir menos de 7 horas por noche puede anular los efectos de la dieta. Cuando trabajas tan duro en tu dieta y comes limpio, esto podría ser una horrible pesadilla. Se especula que hay varias formas en que la privación crónica del sueño puede llevar al aumento de peso, ya sea al aumentar la cantidad de comida ingerida o al disminuir la energía consumida.
Composición de células grasas
El sueño es un componente extremadamente importante en el metabolismo energético. Los investigadores de la Universidad de Medicina de Chicago descubrieron que, al tener falta de sueño, las células grasas posiblemente no funcionen correctamente (son cruciales para la vida cotidiana). La grasa almacena y libera energía en nuestros cuerpos, que es una función vital. Aunque puede sentirse bien después de consumir cafeína, sus hormonas no concuerdan. Cuando no duerme lo suficiente, especialmente de forma consecutiva durante unos días, su cuerpo puede volverse resistente a la insulina (la hormona de almacenamiento principal).
Los investigadores estudiaron 14 sujetos de prueba con dietas similares y diferentes cantidades de sueño durante cuatro días, divididos en dos grupos: mal sueño (4.5 horas por noche) y sueño regular (8.5 horas por noche). El impacto fue enorme. Siete de siete sujetos privados de sueño mostraron resistencia a la insulina, mientras que los sujetos descansados no lo hicieron. Sus cuerpos confiaban en los lípidos que bombeaban más insulina, ya que sus cuerpos no respondían a la insulina con regularidad. El exceso de insulina es dañino, porque termina almacenando grasa en todos los lugares equivocados. En conclusión, el desequilibrio de la insulina causado por la falta de sueño tiene el potencial de causar un aumento de peso grave, que puede conducir a la obesidad y posiblemente a la diabetes. Es un problema mayor de lo que pensamos.