Los seres humanos podemos llegar a estar compuestos hasta el 70 por ciento por agua. ¿Qué es la retención de liquidos y como combatirla?.
Estando presente tanto en el interior como en el exterior de nuestros cuerpos. Cuando hablamos de retención de agua / líquidos o edema, nos referimos a una acumulación excesiva de líquido dentro del cuerpo que ocurre en el sistema circulatorio o dentro de los tejidos corporales y las cavidades del cuerpo. Esta acumulación se produce cuando el sistema linfático, el encargado de eliminar agua y toxinas, no tiene suficiente capacidad para movilizar estos líquidos.
Puede ocurrir en muchas áreas diferentes del cuerpo y por diferentes razones. Aunque muchas de las cuales no son serias, las causas más comunes que pueden influir en la hinchazón son: embarazo o síntomas premenstruales, inmovilidad prolongada, ya sea estando de pie o sentado por mucho tiempo, sobrepeso o enfermedades severas.
Los síntomas ocurrirán en el área donde se retenga el agua. Entre los síntomas podemos encontrar: molesta hinchazón en las manos, los pies, los tobillos y las piernas, rigidez en las articulaciones, decoloración de la piel, áreas de la piel que permanecen hundidas cuando se empujan con el dedo (edema con fóvea), dolores y aumento de peso.
En muchos de los casos la hinchazón es leve y no hay un problema de salud subyacente, por lo que la retención se podría solventar con algunos trucos simples.
Aquí tenemos 8 maneras de reducir la retención de líquidos:
La sal, compuesta de sodio y cloruro, es la principal fuente de sodio en nuestra alimentación y en todas partes del mundo el glutamato de sodio (un condimento). El sodio se une al agua en el cuerpo y ayuda a mantener el equilibrio de los fluidos, tanto dentro como fuera de las células.
El consejo más común para reducir la retención de líquidos es disminuir la ingesta de sodio. Sin embargo, la evidencia detrás de esto es mixta. Varios estudios han encontrado que el aumento de la ingesta de sodio conduce a una mayor retención de líquido dentro del cuerpo (1, 2, 3, 4). No obstante, otro estudio descubrió que puede depender del individuo, ya que aumentar la ingesta de sodio de los sujetos, no se producía retención de líquidos corporales (5).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja que el consumo no supere los 2 gramos de sodio (5 gramos de sal) al día. Sin embargo, el consumo supera lo recomendado, ya que la mayoría de las personas consumen de 9 a 12 gramos por día en promedio.
Las comidas con alto contenido de sal, como muchos alimentos procesados, pueden producir retenciones de líquido, por lo que su consumo debería ser esporádico. Puedes agregar especias substituyendo a la sal para dar sabor a las verduras y las proteínas magras.
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Incrementar la ingesta de magnesio y potasio
El magnesio es un mineral muy importante, involucrado en más de 300 reacciones enzimáticas que mantienen el funcionamiento del cuerpo. Aumentar la ingesta de magnesio puede ayudar a reducir la retención de agua, así lo ha demostrado un estudio encontró que 200 mg de magnesio por día reducen la retención de agua en mujeres con síntomas premenstruales (PMS) así como otros estudios de mujeres con el mismo síndrome.
Por otro lado, el potasio es un mineral que cumple varias funciones importantes. Puede reducir la retención de agua al aumentar la producción de orina y disminuir la cantidad de sodio en el cuerpo. También ayuda a enviar las señales eléctricas que mantienen el cuerpo en funcionamiento, pudiendo beneficiar a la salud del corazón.
Los alimentos ricos en potasio o magnesio te ayudarán a equilibrar los niveles de sodio. Las opciones incluyen: plátanos, aguacates, tomates, patatas, vegetales de hojas verdes, chocolate negro y nueves.
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Aumentar la ingesta de vitamina B6
La vitamina B6 es un grupo de varias vitaminas relacionadas, importantes para la formación de glóbulos rojos, así como para otras muchas funciones del cuerpo.
La vitamina B6 puede ayudar a reducir la retención de agua, especialmente en mujeres con síndrome premenstrual, tal y como se comprueba en este estudio.
Los alimentos ricos en vitamina B6 incluyen plátanos, patatas, nueces y carne.
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Tomar diente de león para la retención de liquidos
El diente de león (Taraxacum officinale) es una hierba que se ha utilizado como un diurético natural en la medicina popular durante mucho tiempo. Los diuréticos naturales pueden ayudar a reducir la retención de líquidos al permitir orinar con más frecuencia. Concretamente el diente de león, cuando se consume como extracto de hoja, puede ayudar especialmente.
En un pequeño estudio, se sometió a 17 voluntarios a tomar durante 24horas tres dosis de extracto de hoja de diente de león. Durante los días posteriores su ingesta y producción de líquidos fue controlada y se produjo un aumento significativo en la cantidad de orina producida.
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Evita los carbohidratos refinados
Comer carbohidratos refinados conduce a picos rápidos en el azúcar en la sangre y los niveles de insulina. Los altos niveles de insulina hacen que el cuerpo retenga más sodio al aumentar la reabsorción de sodio en los riñones (14, 15) que lleva a un mayor volumen de líquido dentro del cuerpo.
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Elevar los pies para evitar la retención de liquidos
Elevar los pies puede ayudar a mover el agua hacia arriba y lejos de las extremidades inferiores.
Si uno es propenso a la retención de liquidos. Se le suele recomendar que cuando se siente, lo haga con las piernas en alto, para evitar así una acumulación de sangre en las piernas. También dormir con las piernas en alto mediante cojines o una pequeña almohada bajo los pies.
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Usar calcetines o medias de compresión
Los calcetines de compresión son cada vez más populares y fáciles de encontrar. Su objetivo es mejorar la circulación sanguínea en la zona, cuando las piernas son las grandes perjudicadas y las que más sufren estos trastornos provocados por la falta de riego sanguíneo. Están hechos para ajustarse bien, pudiendo incluso incomodar al principio, al apretar las piernas se evita la acumulación de líquido.
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Ir al médico si el problema persiste
Este tipo de medicamentos está reservado a pacientes cuya retención de líquidos se debe a una patología grave, como insuficiencia cardíaca, renal o hepática. Estos actúan en el riñón y aumentan la cantidad de orina expulsada.