Entrenador Personal Oriol
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En el mundo del fitness y la salud, la palabra “nutrición” se asocia muchas veces con restricciones, sacrificios y dietas complicadas. Pero la verdad es que una nutrición inteligente no tiene nada que ver con eliminar alimentos o pasar hambre, sino con aprender a comer según tu objetivo y estilo de vida.

Tanto si quieres perder grasa, ganar músculo o simplemente sentirte mejor, tu alimentación es la base de todo. Entrenar es fundamental, pero sin una estrategia nutricional adecuada, los resultados se ralentizan, se estancan o, directamente, no llegan.

Este artículo es una guía práctica para entender cómo alimentarte de forma coherente, equilibrada y realista, sin caer en modas ni promesas milagrosas. Aprenderás cómo ajustar tu alimentación según tu meta, cómo organizar tus comidas y qué errores evitar para transformar tu cuerpo sin recurrir a dietas extremas.

Nutrición y entrenamiento: un equipo inseparable

Tu cuerpo necesita combustible para entrenar, y necesita nutrientes para recuperarse y mejorar. Por eso, entrenamiento y nutrición son dos caras de la misma moneda. No se trata de elegir entre uno u otro, sino de hacer que trabajen juntos.

  • Si tu meta es perder grasa, necesitas un déficit calórico controlado y sostenido.
  • Si buscas ganar masa muscular, debes comer en superávit calórico con suficiente proteína.
  • Si quieres mantener tu peso y mejorar tu salud, necesitas equilibrio, variedad y consistencia.

La buena noticia es que no necesitas una dieta estricta ni contar calorías toda tu vida para conseguirlo. Solo necesitas entender cómo funciona tu cuerpo y aplicar algunos principios clave.

Define tu objetivo con claridad

Antes de hablar de qué comer, necesitas saber para qué estás comiendo así. No es lo mismo preparar tu alimentación para definir que para aumentar masa muscular o simplemente mejorar hábitos.

Hazte esta pregunta:
¿Qué quiero lograr con mi alimentación en los próximos 3 a 6 meses?

Las respuestas más comunes son:

  • Quiero bajar grasa y definir mi cuerpo
  • Quiero ganar volumen muscular de forma limpia
  • Quiero mejorar mi energía y salud general

A partir de ahí, todo tu plan nutricional se alinea con ese objetivo.

Calcula tus necesidades calóricas

El número de calorías que consumes determina si tu cuerpo:

  • Quema grasa (déficit calórico)
  • Gana masa muscular (superávit calórico)
  • Se mantiene (normocaloría)

Hay muchas formas de calcular tus calorías, pero una estimación general puede ayudarte a empezar. Una fórmula simple:

Gasto calórico total = peso corporal x 30–35 kcal (según actividad)

Por ejemplo:
Una persona de 70 kg con actividad moderada = 70 x 32 = 2.240 kcal aprox.
A partir de ahí:

  • Déficit: restar 10–20% (ideal para perder grasa)
  • Superávit: sumar 10–20% (ideal para ganar músculo)

Este es solo un punto de partida. Un nutricionista puede ajustarlo mejor según tus características, metabolismo y ritmo de vida.

Ajusta los macronutrientes

Una vez definido tu objetivo calórico, el siguiente paso es distribuir bien tus macronutrientes:

1. Proteínas

Son esenciales para preservar y construir músculo.
Recomendación general: 1,6 a 2,2 g por kilo de peso corporal.

Fuentes:

  • Huevos
  • Pollo, pavo, ternera
  • Pescado y mariscos
  • Lácteos altos en proteína (queso fresco, yogur griego)
  • Legumbres
  • Proteína vegetal (soja, tofu)
  • Suplementos si es necesario

2. Carbohidratos

Son tu fuente principal de energía. No son enemigos: son aliados cuando eliges los correctos.
Ajusta según tu nivel de actividad: más alto si entrenas fuerte y frecuente.

Fuentes:

  • Avena, arroz, quinoa
  • Patata, boniato
  • Pan y pasta integral
  • Frutas y verduras

3. Grasas saludables

Necesarias para tus hormonas, sistema nervioso y saciedad. No las evites.
Recomendación: 20–30% del total calórico.

Fuentes:

  • Frutos secos
  • Aguacate
  • Semillas (chia, lino)
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Pescados grasos (salmón, sardina)

Organización de comidas

No hace falta comer cada 2 horas ni hacer 6 comidas al día. Lo importante es la calidad y el balance total del día.

Sugerencia básica:

  • Desayuno nutritivo: hidratos + proteína (ej. avena con yogur griego)
  • Comida principal: proteína + verduras + carbohidrato complejo
  • Cena ligera: proteína + vegetales + algo de grasa saludable
  • Snacks opcionales: fruta, frutos secos, batido de proteína, etc.

Adapta el número de comidas a tu ritmo. No hay una fórmula única: hay que encontrar la que puedas sostener a largo plazo.

Errores frecuentes en la alimentación (y cómo evitarlos)

1. Comer poco y esperar grandes resultados

Reducir calorías de forma drástica solo ralentiza tu metabolismo, genera fatiga y te aleja del objetivo. El déficit debe ser moderado.

2. Excluir grupos de alimentos

Evitar carbohidratos o grasas por completo es innecesario y poco sostenible. El cuerpo necesita de todos los nutrientes.

3. No planificar las comidas

Improvisar suele llevarte a malas elecciones. Una mínima planificación semanal puede marcar una gran diferencia.

4. Obsesionarte con las calorías

Está bien tener una idea general, pero el exceso de control puede ser contraproducente. Aprende a escuchar tu cuerpo.

5. Descuidar la hidratación

El agua influye en tu rendimiento, digestión, saciedad y concentración. Bebe al menos 2 litros al día, más si entrenas fuerte.

¿Necesitas contar calorías?

No necesariamente. Es útil como herramienta de aprendizaje, pero no es obligatorio. Una alternativa es:

  • Controlar porciones con tu mano (palma = proteína, puño = carbohidrato, pulgar = grasa)
  • Priorizar alimentos naturales sobre procesados
  • Escuchar señales de hambre y saciedad

Aprende a comer según tus objetivos

Una buena nutrición no se trata de reglas estrictas ni de eliminar alimentos, sino de aprender a comer según tus objetivos y hacerlo de forma sostenible. Con hábitos sólidos, organización básica y un enfoque flexible, puedes transformar tu cuerpo sin recurrir a dietas extremas ni sacrificios innecesarios.

Entrenar sin una buena alimentación es avanzar con el freno puesto. Invertir en tu nutrición es invertir en tu salud, tu energía y tu bienestar a largo plazo.