Cuando tienes depresión o ansiedad, el ejercicio suele parecer lo último que quieres hacer. Pero una vez que te motives, el ejercicio puede marcar una gran diferencia. Los síntomas de depresión y ansiedad a menudo mejoran con el ejercicio. Estos son algunos consejos realistas para ayudarte a comenzar y mantenerte motivado.
Comenzar y seguir con una rutina de ejercicios o actividad física regular puede ser un desafío. Estos pasos pueden ayudarte:
- Analiza tus barreras.
- Identifica lo que te gusta hacer.
- Obtén el apoyo de un entrenador personal.
- Establece metas razonables.
- Realiza 30 minutos de ejercicios o más cada día.
- Prepárate para contratiempos y obstáculos.
Analiza tus barreras.
Averigua qué es lo que te impide estar físicamente activo o hacer ejercicio. Si te sientes cohibido, por ejemplo, es posible que quieras hacer ejercicio en casa. Si te apegas mejor a tus metas con una pareja, busca a un amigo con quien hacer ejercicio o que disfrute de las mismas actividades físicas que tú. Si no tienes dinero para gastar en equipo de ejercicio, haz algo que no tenga costo, como caminar regularmente.
Identifica lo que te gusta hacer.
Investiga qué tipo de actividades físicas es más probable que realices, y piensa en cuándo y cómo es más probable que las lleves a cabo. Por ejemplo, comienza el día corriendo, da un paseo en bicicleta o jugar al baloncesto con tus hijos después de la escuela. Haz lo que disfrutes para ayudarte a seguir adelante.
Obtén el apoyo de un entrenador personal.
Habla con tu entrenador personal para obtener orientación y apoyo. Discute un programa de ejercicios o una rutina de actividad física que encaje con tu rutina diaria. Siempre es importante contar con la opinión de un experto para que puedas aprovechar al máximo tus ejercicios.
Establece metas razonables.
Tu misión no tiene que ser caminar una hora, cinco días a la semana. Piense de manera realista sobre lo que puede ser capaz de hacer y comience gradualmente. Adapte su plan a sus propias necesidades y habilidades en lugar de establecer pautas poco realistas que es poco probable que cumpla.
Realiza 30 minutos de ejercicios o más cada día.
Realizar 30 minutos o más de ejercicio al día durante tres a cinco días a la semana puede mejorar significativamente los síntomas de depresión y ansiedad. Pero pequeñas cantidades de actividad física, tan solo de 10 a 15 minutos a la vez, pueden marcar la diferencia.
Prepárate para contratiempos y obstáculos.
Date crédito por cada paso en la dirección correcta, sin importar cuán pequeño sea. Si omites el ejercicio un día, eso no significa que debes dejar de hacerlo. Solo inténtalo de nuevo al día siguiente.
El ejercicio ayuda a prevenir y mejorar una serie de problemas de salud, como la presión arterial alta, la diabetes y la artritis. Las investigaciones sobre la depresión, la ansiedad y el ejercicio muestran que los beneficios psicológicos y físicos del ejercicio también pueden ayudar a mejorar el estado de ánimo y reducir la ansiedad.